martes, 21 de junio de 2011

Técnica de estudio RESUMEN


El libro como medio de comunicación
Adriana de Teresa Ochoa

Introducción
El lenguaje es un instrumento fundamental en la aprehensión intelectual de lo que nos rodea. Existe una relación esencial entre pensamiento y lenguaje, por lo que el desarrollo de las habilidades lingüísticas (escuchar, leer, hablar y escribir) proporciona herramientas invaluables a todo el que quiera incursionar en el terreno del conocimiento. Un  problemas de la sociedad como la nuestra  es que se enfrenta  al analfabetismo funcional de grandes sectores de la población,  aprendió a leer y escribir y  no tienen  la
capacidad para comprender un texto o expresarse mediante la escritura.
La lengua escrita es un instrumento privilegiado para la transmisión de conocimientos valores culturales, el desarrollo de las habilidades de lectura es  básica para la comprensión y producción lingüísticas.
El libro un instrumento que brinda múltiples posibilidades de trabajo y posee varias ventajas: es manejable, permite un contacto físico directo entre el lector y el texto, puede ser trasladado a cualquier lugar y sin requerimientos de espacio ni instalaciones costosas. Así el libro todavía constituye el principal soporte para la transmisión y acumulación de experiencias, conocimientos y obras artísticas de la humanidad y  desempeña un papel principal en las tareas educativas.
El libro se concibe como instrumento de trabajo a partir de sus características materiales, de algunos aspectos relevantes de su evolución y de la función que ha tenido en la historia de nuestra cultura.
Las bibliotecas, no sólo como recintos donde se custodian los acervos bibliográficos, sino en función de la relación que se establece entre el texto que se lee y los aspectos físicos y ambientales del lugar en que se realiza la lectura, se abordan algunas cuestiones en torno a la lectura, entendida como una actividad de decodificación y construcción de significados y sentido a partir de un texto dado. En resumen, se desea brindar las herramientas conceptuales para trascender aquella lectura se propone otra lectura, una lectura crítica. Los profesores pueden  propiciar que los estudiantes se aproximen en forma placentera y lúcida a la lectura, particularmente de textos literarios, lo cual redunda positivamente en el desarrollo tanto de su capacidad de abstracción como de su creatividad.

El libro
El libro como objeto
El conocimiento y uso de los libros es vital para toda la vida académica. Es importante observar sus características físicas (tamaño, peso, calidad del papel, disposición del texto en la página), además de los elementos paralingüísticos (los gráficos y las fotografías, entre otros). Toda lectura supone, la ubicación del texto en un espacio,  el reconocimiento de marcas gráficas (palabras, números)  Los paratextos son los elementos que contribuyen a hacer de un texto un libro; el título, el subtítulo, el
nombre del autor o de los autores, los índices, el prólogo, la introducción, las conclusiones, la editorial, el lugar y fecha de publicación, etcétera,  están  relacionados con las  partes del libro: carátula o cubierta, lomo, portada y contraportada.

Breve historia del libro
 Su forma y su función en la sociedad han sufrido transformaciones  a lo largo de la historia.
Desde la más remota antigüedad, los libros han constituido el instrumento por excelencia para la transmisión de experiencias y conocimientos entre las diferentes generaciones y los diferentes pueblos y culturas; asimismo, han contribuido a dar un carácter acumulativo a las adquisiciones científicas, técnicas y artísticas de la humanidad. Los libros son, vehículos de transmisión cultural y soportes para la expresión artística.
La historia del libro suma aproximadamente 5000 años; se han conservado muy pocos vestigios que puedan proporcionarnos información suficiente sobre su uso más remoto, en culturas como la egipcia, la china y la sumeria se utilizaban el papiro, la seda y las tablillas de barro, para registrar diversas informaciones,  los egipcios aprovecharon el tallo de una planta –el papiro- en la elaboración de finas
tiras superpuestas en capas paralelas en las que, una vez secas, se podía escribir. Al producto terminado también se le llama papiro.
Entre los griegos existió esta desconfianza por depositar los conocimientos, reflexiones y creaciones
artísticas en tablillas de cera o papiros. El libro constituyó, a lo largo
de muchos siglos, el principal instrumento para preservar los conocimientos y la memoria individual o colectiva.
 En el año 105 después de Cristo, T’sai Lun inventó el papel a partir de diversos materiales como cortezas vegetales, restos de tejido de algodón y viejas redes, entre otros. Durante casi 700 años se conservó el secreto de su fabricación, pero una vez que los árabes conocieran la fórmula –luego de tomar como prisioneros a fabricantes chinos de papel- ésta se difundió a través de su imperio y llegó a Europa hacia el año 1100.
Tras la caída del Imperio Romano y el triunfo del cristianismo fue la iglesia romana, la que llevó la iniciativa en el mundo del libro.
La cultura renacentista estuvo marcada por una gran sed de conocimiento. El libro y la escuela
se convirtieron en sus principales transmisores. El viejo códice medieval resultada ya inadecuado para la nueva tarea de difusión: su característica letra gótica –a la Eneas Silvio Picolomini comparó con serpientes y patas de mosca— entorpecía la lectura, por lo que fue sustituida por la letra cursiva humanística, ya que su escritura tenía rasgos más limpios y, en consecuencia, permitía una lectura más ágil y rápida.
En Occidente, la invención a mediados del siglo XV de la impresión con tipos móviles —atribuida a Gutenberg— abarató los costos de producción y permitió que el libro penetrara en círculos cada vez más amplios de lectores,  comenzó a encontrarse en las escuelas, en las cortes, en los
conventos y en las universidades. El libro  tiene mucha vida por delante y continuará desempeñando un papel indispensable e insustituible en la educación y la sociedad modernas.


La biblioteca
Paralelamente al desarrollo del libro, y a medida en que el material escrito se multiplicaba, se hizo necesaria la construcción de recintos que albergaran los acervos. Desde la antigüedad hasta la época contemporánea, la biblioteca ha sido el lugar donde se conservan, ordenan, clasifican y consultan los materiales bibliográficos. Desde sus orígenes y ahora contamos con algunas que disponen de los más avanzados sistemas de información.
La biblioteca más célebre y grandiosa de la antigüedad fue la de Alejandría, en Egipto.
. Su finalidad principal era la recopilación de la totalidad de la literatura griega en las mejores copias posibles, así como su clasificación y comentario. Se calcula que la colección principal de esta biblioteca constaba de unos 70 000 rollos de papiro, año 391 después de Cristo
La primera biblioteca pública en Roma se estableció en el año 39 a. C. en el templo de la Libertad; posteriormente se construyeron dos más: la Palatina y la Octaviana. Como la Biblioteca de Alejandría, estas últimas también fueron destruidas por el fuego.
La propagación de la industria editorial en el Renacimiento produjo la multiplicación de las bibliotecas en todas las ciudades, el progreso de la biblioteca moderna no se manifiesta únicamente por el
incremento en las existencias de libros y la incorporación de nuevos métodos de almacenamiento de la
información, sino por la aparición de una concepción de la biblioteca cono una institución pública cuya intención  sería la de constituirse como centro vivo de la difusión de la cultura.
La biblioteca propone a disposición de los usuarios una vasta colección de material impreso e informaciones diversas, constituye el marco físico por excelencia para la realización de la lectura. A los muchachos que no quieren o no pueden comprar los libros escolares, la biblioteca les ofrece los
textos y el espacio adecuado para leer, así como la posibilidad de prestarse a la aventura intelectual.
. La biblioteca escolar ofrece a los estudiantes los materiales bibliográficos que le permiten adquirir y ampliar sus conocimientos en las disciplinas de las asignaturas del plan de estudios.

La lectura
Definir la lectura como una relación que se establece entre lector y un texto. La lectura se inicia propiamente cuando la mirada transforma al texto en objeto de lectura, modificando, desde el principio, su forma. El lector tiene que realizar un proceso de decodificación del texto para, entonces, producir sentido y significación, este no es un proceso lineal: el lector, desde el principio, formula una hipótesis de significación que se ajusta y transforma a medida que la lectura avanza. El lector hace conexiones implícitas, cubre huecos, infiere y pone a prueba sus intuiciones. El proceso de lectura siempre es dinámico,  durante la lectura el lector aporta un tenue contexto de creencias y expectativas a partir del cual evalúa las características de la obra.
La lectura espontánea cree percibir los contenidos de manera inmediata. Por ello, no se llega a percibir nunca ni todos los contenidos ni todo el contenido de un fragmento que se pone ante los ojos.
.
NOE JITRIK:  tres tipos o niveles de lectura se caracterizan de la siguiente manera:

Literal. Considera la letra como vehículo para la transmisión, este nivel de lectura se preocupa por sus procesos y no establece conexiones entre los diferentes planos en que transcurren el texto y la lectura.

Indical. Se propone cierta distancia respecto del efecto superficial del nivel anterior. se registran
señales diversas, tales como observaciones al margen, subrayados, acotaciones, comentarios, exclamaciones, negaciones, etcétera, puede dar lugar a un desarrollo posterior se percibe la existencia de niveles más profundos de significación que van más allá de lo literal e inmediato.

Lectura crítica. Se culmina un proceso, ya que no ignora las etapas precedentes y pretende asumir una pluralidad de niveles tanto en la comprensión del objeto legible como en la conciencia sobre su propia actividad, una conciencia mayor de la lectura. La lectura crítica es consiente porque es la única que se integra a un flujo total de significaciones, logrando una comprensión múltiple de lo que se lee y teniendo lazos con otras instancias de significación.


Todo lo anterior nos lleva a señalar que quienes tenemos en las manos la formación de las nuevas generaciones deben tomar en cuenta la importancia y complejidad que implica el proceso de lectura, con la finalidad de permitir a los estudiantes ejercitar sus habilidades lectoras y ayudarlos a realizar una lectura crítica.
El profesor debe partir de que el texto es la unidad de trabajo en la lectura, y que al leer se aplican estrategias que permiten reconocer lo que se ha dicho no sólo en el nivel de los referentes sino también en el de las relaciones de cohesión y de coherencia. Por ello, es necesario centrar la atención en los problemas de comprensión desarrolle en el estudiante una competencia textual más amplia que satisfaga distintas necesidades de significación en sociedad, al tiempo que propicie le reflexión sobre el proceso de la propia lectura.
 Marcel Proust consideraba la lectura como un estímulo exterior,  que permite  ser capaz de descubrir en su interior auténticos tesoros: pensar por sí mismos y desarrollar su capacidad de creación.  Es tiempo de brindar a los jóvenes las herramientas necesarias para que, a través de la actividad lectora, puedan transformar a sí mismos y al mundo que los rodea.


Rosalba González Conejo.
Grupo 03
Segundo Grado.

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